MUSEO AFROPERUANO
El día lunes, 17 de junio, a las 8:00 am partimos todos juntos hacia el
centro de Lima, donde se encuentra el museo afroperuano.
La primera sala me transportó a la época colonial, donde miles de africanos
fueron traídos al Perú como esclavos. Las vitrinas exhibían objetos que
contaban historias de dolor y resistencia, pero también de creatividad y
resiliencia. Me emocionó ver instrumentos musicales como el cajón y el festejo,
que hoy en día son símbolos de la identidad afroperuana. También me cautivaron
las máscaras y trajes tradicionales, llenos de colores y simbolismos que
representan su rica cosmovisión.
En el patio central, me senté a descansar bajo la sombra de un frondoso
árbol. Allí, observé a un grupo de niños bailando al ritmo del cajón,
contagiando a todos con su alegría y energía. Apenas crucé la puerta, me
envolvió una atmósfera contagiosa, llena de ritmo y sabor. La música mecía mis
caderas y las paredes adornadas con coloridos textiles me invitaban a
sumergirme en este viaje cultural.
La parte más conmovedora fueron las historias personales de líderes
afroperuanos, artistas y activistas que desafiaron el estatus quo y lucharon
por la igualdad y el reconocimiento. Sus retratos y biografías me recordaron la
importancia de la perseverancia y la tenacidad en la lucha por la justicia
social. Al final de mi visita, salí con
una sensación de gratitud y admiración hacia la comunidad afroperuana por su
contribución tan significativa a la historia y la cultura del país. El Museo
Afroperuano no solo es un lugar de exhibición, sino también un espacio de
reflexión y celebración de la diversidad que enriquece nuestra identidad
nacional. Sin duda, una experiencia que recomendaría a todos aquellos que
deseen conocer más profundamente la historia no contada del Perú.
ANEXOS
Autor: Mitzy Olenka Arteaga Zambrano
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